domingo, 26 de diciembre de 2010

NOCHE DE LAMENTOS, DAYANA FEBRES. 2006.

Era noche de lamentos.
El Torbellino rozaba las almas
de sus discípulos expectantes,
y éstos, en una taciturna dimensión
absorbían de su espíritu inmóvil
las cenizas de sus ondulantes movimientos.


Entre el humo blanco de la noche
y las sombras deambulantes del silencio
capullos de seres,
aún alimentándose del elixir de la danza
intentaban vislumbrar
con sus ojos ciegos
la luz de aquel compás disparejo.


Eran figuras inmortales
corpóreas y fantasmales
extorsionándose en las tinieblas
y danzando al son de los ecos.

... Eran seres sordos y ciegos
esqueléticos y vacíos de alma....

Y giraban, y giraban...
con sus manos acariciaban la muerte.
Sus piruetas temblorosas penetraban la espesura de lo desconocido.

Sus conciencias perdidas,
sumergidas en la demencia
se aferraban a la fría melodía
de sus arraigadas tristezas.

Surgían de la muerte y hacia la muerte iban
se volvían prisioneros de su propio despertar
y eran sus frágiles siluetas
las que con sutiles movimientos
contorsionaban sus órganos
para congelar figuras en la oscuridad.

Una energía misteriosa
se desplazaba en el enigma
de superfluos sentimientos,
refulgiendo en lo recóndito
de sus brutales movimientos.

A la luz plateada de la luna
danzaban febrilmente estas ilusiones cadavéricas
buscando una respuesta blanca
en aquella negra y abrumadora perdición.

Sus pies creaban sonidos magistrales
de inaudita belleza
en aquella espantosa visión...

Se comunicaban...
sus voces eran negras
y sus labios, como secretos sangrientos
permanecían herméticos ante la espectral situación.

Con miradas que languidecen
y cantos que no se escuchan
chillaban de la impotencia...
y con sus cuerpos oscuros
adornaban su realidad,
creando ilusiones invisibles de su mundo.

Sacudían grises emociones...
Se estiraban, se encogían,
se retorcían, ondulaban,
golpeaban, brincaban.... sufrían
reían, añoraban, lamentaban...
y lloraban, y sus lágrimas caían...
y de la tierra negra resurgían
pedazos desgarrados del alma.

Era noche de lamentos
...Florecía un cementerio de emociones muertas...
el sol helaba la tierra
... y pasaba aquel torbellino gimiendo...


No hay comentarios:

Publicar un comentario